¿Por qué las chicas no quieren estudiar carreras relacionadas con el ámbito STEM? Sabemos que la falta de referentes femeninos en este sector es una de las principales causas y ya hablamos sobre la importancia de los role models anteriormente. Pero ¿qué pasa concretamente con los referentes STEM en la ficción?
El Instituto Geena Davis desarrolló un estudio, con la ayuda de J.Walter Thompson Intelligence, sobre la representación de los personajes STEM en los medios. Un estudio donde se encuestaron a más de 2000 mujeres estadounidenses y que tenia como objetivo principal analizar la popular creencia del efecto Scully.
¿Qué es el efecto Scully?
El efecto Scully nace de la influencia que tuvo en su momento el personaje femenino de Expediente X, Dana Scully, representado por la actriz Gillian Anderson. Esta ocupaba un rol protagonista como mujer STEM en la serie y, además, lo hacia en horario prime time, convirtiéndose en un modelo a seguir por un gran numero de niñas y chicas alrededor de todo el mundo. Estamos hablando de los años 90 y, en ese momento, era poco habitual ver a mujeres encarnar roles que principalmente estaban asignados a hombres.
“El 63% de las científicas que tenían 12 años cuando se estrenó Expediente X reconocen que si no hubiera sido por el personaje de Dana Scully seguramente no se hubieran dedicado a la ciencia”
El estudio en cuestión se centró en investigar si esas creencias se podían explicar con hechos. Midieron el efecto Scully de tres formas diferentes: en base a la influencia de su interés hacia el ámbito STEM, a la influencia en los comportamientos STEM (estudiar o trabajar en el campo) y en base a las opiniones sobre el personaje Dana Scully como modelo a seguir. Y los resultaros obtenidos lo avalaron. Encontraron evidencias estadísticamente significativas del efecto Scully: Dana Scully fue un modelo a seguir por muchas mujeres que posteriormente se decantaron por estudiar carreras tradicionalmente asociadas a los hombres. Carreras STEM.
Mujeres STEM en la pantalla, pero con clichés
Los medios de entretenimiento muestran a los personajes STEM femeninos como iguales o más competentes, inteligentes y empoderados. Pero estos no están exentos de clichés. Otro estudio, impulsado por el mismo Instituto Geena Davis junto con The Lyda Foundatin, puso el foco en la representación de los personajes STEM femeninos en los medios y parte de los resultados puso en evidencia que los mensajes de género sobre las mujeres STEM son dañinos.
En líneas generales, los medios envían el mensaje que los personajes STEM son para hombres blancos. Y para más índole, en la última década también se ha reforzado el mensaje estereotipado sobre qué campos STEM son apropiados para las mujeres: el 65,8% de las mujeres STEM representadas en los medios se dedicaban a las ciencias de la salud, mientras que, en campos como la informática, la ingeniería o la física los porcentajes no llegaban al 10%. Otro mensaje desmoralizador para las niñas, chichas y mujeres plasmado en la pantalla es el hecho de que estas tendrán que sacrificar su vida personal y familiar si se deciden por una vocación STEM. Casi el 43% de los personajes STEM femeninos sacrificaron su vida personal para trabajar en dicho campo.
De la ficción a la realidad
Estamos cansadas de decir que, sin referentes, es muy complicado que una niña o mujer pueda pensar en dedicarse al ámbito STEM. Un cambio de mentalidad y de referentes es primordial para conseguir reducir la brecha de género en el campo STEM. Y es en ese punto, el cambio de referentes, donde la ficción parece que tiene un papel clave. Los estudios han avalado la importancia de la influencia de los personajes STEM femeninos en la pantalla y, si tan solo un referente como Dana Scully pudo inspirar a tantas niñas, ¿os imagináis lo que podríamos conseguir con más referentes STEM femeninos en la ficción?
