Todo el mundo ha escuchado alguna vez la frase estereotipada que a las mujeres no les van las carreras técnicas. El mundo cada vez está más digitalizado, y eso conlleva a que aparezcan continuamente nuevos perfiles profesionales relacionados con estas ramas de conocimiento. Así, podemos afirmar que las profesiones STEM están muy demandadas y no es ningún secreto que en muchos países faltan profesionales para cubrir todos los puestos que el mercado laboral necesita. Pero si ya faltan perfiles que cumplan los nuevos requisitos que pide el mercado laboral, cuando nos fijamos en el género de los trabajadores, vemos que hay más hombres que mujeres en los trabajos STEM.
STEM quiere decir Science, Technology, Engineering and Mathematics (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas). Estas siglas agrupan una serie de disciplinas que pretenden dar una visión de la ingeniería más unificada. En las profesiones STEM podemos encontrar desde una especialista en robótica hasta una ingeniera programadora o una matemática especializada en Big Data. Ingenieras informáticas, de telecomunicaciones e ingenieras industriales, pero también físicas y químicas.
La brecha salarial
Aunque las mujeres representan el género con mayor presencia en las universidades, en las profesiones STEM el porcentaje de hombres trabajando en estos sectores es superior al de las mujeres, en concreto, un 78% de los graduados STEM trabaja, frente al 74% de las graduadas. Según el informe publicado a finales de 2018 por la Fundación Conocimiento y Desarrollo (CYD), el 27% de ellos tiene un contrato temporal frente al 38% de ellas, y casi el 30% de los hombres graduados se encuentra dentro del quinto quintil de ingresos, que es el más elevado, esto significa casi el doble que el porcentaje de mujeres dentro de esta franja salarial (15,2%).
Si nos centramos en las carreras en si, este mismo informe muestra que de los 48 grados que engloban las ramas STEM, las mujeres solo tienen presencia mayoritaria en 11. El titulo donde hay más chicas es Biomedicina, con un 75,9% de mujeres, seguido por Ciencia y Tecnología de los Alimentos (67,7%) y Bioquímica (64,3%). Por orden le siguen las titulaciones de Ingeniería Alimentaria, Biología, Biotecnología, Ciencias del Mar, Química, Urbanismo y Paisajismo y Ingeniería Medioambiental.
Esto nos demuestra que la baja de presencia femenina en profesiones STEM se traduce con unas estadísticas negativas en cuanto a la igualdad de género. Según un informe de Randstad Research, para el 2022 se crearán más de un millón de empleos entre directos e inducidos en estas disciplinas en España. Los avances tecnológicos, aunque destruyen muchos empleos, crean muchos otros. Pero el hecho de que las mujeres no se decanten por carreras técnicas, que son las mejor pagadas, haga que esta brecha de género solo contribuya a elevar la brecha salarial de la que tanto se habla últimamente.
