Joan Ramon Barrera. Presidente de CTecno. Business Development Director de Seidor
Joan Ramon Barrera estudió Telecomunicaciones en la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC) y Finanzas en la Universitat Oberta de Catalunya (UOC). Además, destaca por ser PDD de IESE.
Actualmente, trabaja en el sector tecnológico. Por un lado, es el presidente del Círculo Tecnológico de Cataluña (CTecno), que trabaja para dinamizar el sector de las TIC a nivel global. Por otro lado, es el Business Development Director de Seidor, una multinacional que ofrece servicios de consultoría, desarrollo y mantenimiento de aplicaciones, entre otras. Así mismo, ha trabajado también en grandes multinacionales como Capgemini, Colt Telecom y NAE, todas relacionadas con el mundo de las telecomunicaciones.
¿Cómo crees que ha evolucionado el sector STEM en los últimos años? ¿Se ha percibido también de esta manera a nivel social?
Diría que la evolución es positiva y que cada vez son estudios y profesiones a los que se les da más valor, porque forman parte de la evolución de la sociedad: cada vez más tecnológica y con más necesidades de comunicación y de inmediatez. A nivel social se ve como una necesidad ya que, si queremos ser una sociedad más igualitaria, moderna y socialmente responsable, no podemos darle la espalda a muchas de las profesiones que la hacen posible. Las vocaciones y profesiones STEM son importantes porque tienen una función social y económica, y a día de hoy crean riqueza y empleo y creo que la sociedad es consciente de ello. Aun así, queda un gran camino por recorrer, ya que lo que percibimos –tanto los profesionales como las empresas– es la necesidad de incentivar, crear y atraer al talento digital que tanto nos falta.
Hay una gran diferencia entre el número de mujeres y hombres ejecutivos, ¿a qué crees que se debe?
Según los datos del Barómetro del Sector Tecnológico 2019 que publicamos cada año desde el Cercle Tecnològic de Catalunya, se estima que las mujeres representan un 30% de los profesionales que trabajan en empresas tecnológicas, y que, de ellas, sólo el 8% ocupa posiciones estrictamente relacionadas con las tecnologías. Estas cifras mejoran muy lentamente en los últimos años y están muy por debajo de otros países europeos. Las causas son múltiples y tienen una estrecha relación con el contexto económico y social del país en los últimos años. Por tradición, se ha instaurado que las carreras STEM están ligadas a los roles o capacidades masculinas, y esto ha hecho que las niñas y chicas tiendan a no plantearse estudiar estas carreras. Inevitablemente, este hecho hace que no haya mujeres referentes, y así sigue la rueda. Por suerte, y poco a poco, se van visibilizando más mujeres en el ámbito tecnológico y las chicas van lanzándose más a estos estudios.
“Es responsabilidad de todos: de las escuelas, el entorno familiar… Debemos mostrar ejemplos de mujeres que han llegado alto, tanto en profesiones tecnológicas como en otros ámbitos de la sociedad”
¿Qué medidas crees que hay que implementar para “corregir” esta desigualdad?
Está comprobado que el hecho de que las niñas y chicas más jóvenes vean referentes de mujeres en ámbitos tecnológicos les hace ganar interés. Por ello, hace falta visibilizar estas mujeres que tienen puestos de responsabilidad en empresas TIC, pero también a aquellas que son emprendedoras en startupso pymes. Y también ayuda el hecho de que desde pequeñas vean la finalidad social de muchas de las carreras científico-técnicas que pueden estudiar, como las ingenierías, que pueden aplicarse a ámbitos diversos que ayudan a la sociedad y que no tienen por qué estar vinculadas a la imagen típica del ingeniero en un despacho.
¿Cuál crees que es una buena forma de fomentar que las niñas y las mujeres se interesen por estudios STEM?
Hace falta cambiar la imagen aburrida y estandarizada que muchas veces se tiene de las personas –mayoritariamente hombres– que estudian carreras STEM. Se suelen percibir como personas a veces solitarias, y que trabajan en ambientes aburridos… pero eso no es así. Y hay que hacerles ver que las ingenierías, matemáticas, física… están vinculadas a proyectos muy interesantes que pueden tener una vertiente social con gran impacto.
Otra de las acciones que está visto que funciona es la creación de tándems entre profesionales ya en activo y estudiantes mujeres que están a punto de acabar la carrera o que justo empiezan su carrera laboral.
¿Crees que en el área de los negocios conceptos como la brecha salarial o el techo de cristal son tan evidentes como en otros sectores?
Aunque las profesiones STEM suelen tener sueldos más competitivos que otras salidas profesionales, es cierto que sigue habiendo una cierta brecha salarial, pero en este caso, normalmente se debe a lo que ya hemos comentado antes: la falta de mujeres en cargos de responsabilidad en empresas tecnológicas.
¿Qué otras desigualdades destacarías del sector?
La mayor desigualdad es la falta del talento en general en las empresas tecnológicas, y más concretamente en el talento de las mujeres en este sector. Por lo tanto, apuntamos aquí que la desigualdad viene dada por estas causas sociales que hacen que pocas niñas y chicas se sientan atraídas por estos estudios o profesiones. Una tendencia que ya desde las escuelas, se intenta revertir para que precisamente, haya más talento tanto de hombres como de mujeres, para que estas desigualdades no se encuentren dentro de las empresas.
¿Cómo crees que afecta la brecha de género en el desarrollo tecnológico?
Se ha hablado muchísimo de cómo afecta el hecho de no tener mujeres en las empresas, o tener muy pocas en las empresas tecnológicas. Hay estudios que hablan de la mejora de la percepción por parte de los clientes de la empresa, y también del cambio que experimentan en lo que se refiere a la organización interna… todo esto es una realidad, porque es un reflejo de la sociedad y no podemos pensar y actuar sin tener en cuenta a más del 50% de la población. Desde el Cercle Tecnològic de Catalunya (CTecno), nos gusta poner este ejemplo citando a una de las mujeres que intervino en uno de nuestros eventos de “Mujer TIC” y que es de las más reconocidas del sector, la CEO de Red Points, Laura Urquizu, quien nos explicó que “cuando usamos redes sociales, aplicaciones u otros dispositivos tecnológicos, hemos de saber que todos los algoritmos están creados por hombres”. Y esto hace entonces que todo lo que se crea y se haca desde las empresas, están basándose sólo en la manera de ordenar y pensar de los hombres. Esto es algo que tiene que cambiar, con la incorporación de mujeres programadoras en las empresas.
“Por tradición, las carreras STEM están ligadas a los roles o capacidades masculinas, y esto ha hecho que las niñas y chicas tiendan a no plantearse estudiar estas carreras”
¿Qué obstáculos has tenido que superar para llegar dónde estás en tu carrera?
Cada cambio profesional es un reto, pero no me gusta hablar de obstáculos. Desde que empecé la carrera sabía que no sería fácil, pero era algo que me gustaba y quería descubrir todas las posibilidades que me podían aportar los estudios de ingeniería de telecomunicaciones; quizás nunca pensé que acabaría haciendo lo que hago, y ahí reside el reto, en adaptarse a las necesidades de cada época y empresa.
¿Cómo concilias la vida familiar con tu trabajo?
Esto es algo que tiene mucho que ver con cómo compartes las tareas con tu pareja y/o con tu entorno familiar, y yo tengo la suerte de poder tener una buena balanza y de haber estado en empresas que han confiado en mí y han entendido que los profesionales somos también personas.
¿Qué consejo darías a las mujeres que se inician en el sector?
Lo primero que me gustaría decir va dedicado a los padres y madres de niñas que se sientan atraídas por las STEM. Les diría a ellos y ellas que fomenten estas vocaciones desde que son pequeñas, y que no les corten las alas. Porque es un sector con gran futuro y crecimiento, donde la gran mayoría de estudiantes encuentra trabajo incluso antes deacabar la carrera. Y luego les diría a las niñas y a las jóvenes, que no tengan miedo si eso es lo que quieren hacer. Quizás muchas serán todavía ‘la única chica de la clase’, pero eso no tiene que hacerles recular. Y finalmente, también creo que es responsabilidad de todos: de las escuelas, el entorno familiar… todos debemos mostrar ejemplos de mujeres que han llegado alto, tanto en profesiones tecnológicas como en otros ámbitos de la sociedad. Está en nuestra mano revertir la sociedad y hacer que el porcentaje de mujeres que se incorporen al mercado laboral sea cada vez más alto.
¿De qué manera el CTecno apoya el talento femenino del sector?
Desde el CTecno estamos muy concienciados de la importancia de crear acciones en favor del talento de las mujeres, para que se acerquen a las empresas TIC y, sobre todo, para ponerlo en valor y darlo a conocer. Hemos hecho varios actos donde hemos invitado a muchas mujeres profesionales implicadas en el sector tecnológico y estamos al lado de otros eventos dirigidos a mujeres TIC, como el STEM Women Congressu otros que se llevan a cabo en Catalunya.
Queremos que las mujeres TIC sean parte de nuestro ecosistema, tenerlas cerca, hablarles a ellas desde las necesidades de talento que tienen las empresas y seguir al lado de cualquier iniciativa que trabaje para normalizar la incorporación del talento de las mujeres en estas empresas, sobre todo a través de colaboraciones con otras entidades u asociaciones de mujeres TIC.