Eli Abad estudió Física en la Universitat de Barcelona. Posteriormente, cursó un máster en Administración de Empresas en EAE Business School. Empresaria y emprendedora, actualmente trabaja como asesora en Between Technology, que ayudó a fundar. La igualdad de género, para ella, se consigue vigilando las políticas de las empresas para mejorar la igualdad y promoviendo la inclusión de las mujeres tanto en los equipos de investigación y tecnología, como en los roles corporativos o en la toma de decisiones. En esta carrera imparable por la igualdad y la paridad de género, conseguir la independencia económica de las mujeres es vital. Eli participa en el programa MDm de la Universitat Politècnica de Catalunya, siendo mentora de mujeres. Defiende todo tipo de diversidad, geográfica, religiosa y de género; para ella, es una forma de reconocer y atraer el talento.

Entrevistamos a Eli Abad para conocer su opinión sobre todo lo que envuelve al mundo STEM.

Las chicas que forman parte del sector STEM solo representan un 35% del alumnado matriculado. ¿Dónde crees que se halla el problema de esta cifra?

Tenemos sesgos inconscientes de género. Por culpa de ello perpetuamos estos roles a las generaciones siguientes. En el libro “Las mujeres no se atreven a pedir” de Linda Babcock y Sara Laschever explicaban experimentos que habían realizado con criaturas para ver si realmente la falta de interés que parece haber entre las niñas para las carreras STEM era algo biológico o educacional. Los experimentos demostraron que era completamente educacional. Los adultos tienden a cuestionar y expresar sorpresa cuando las niñas quieren dedicarse al sector STEM. Si esto sucede repetidamente ellas acaban cuestionándose a sí mismas. Sin darnos cuenta a las niñas le damos el empujón hacia abajo y a los niños hacia arriba.

En cuanto a las actividades extraescolares que se llevan a cabo, ¿crees que son el eje que podría propiciar un cambio hacia una sociedad más igualitaria?

¡Por supuesto! Lo ideal sería que desde los mismos centros incorporaran en el programa una perspectiva de género y tecnológica. Young IT Girls hace actividades extraescolares para acercar la tecnología a los niños y niñas, siempre desde una perspectiva de género. Technovation Girls, hace que niñas se atrevan a programar y diseñar soluciones, cosa que les acerca a la tecnología de una forma atractiva.

“Hace falta esa capa de tecnología en aquellas profesiones que tradicionalmente no relacionamos con tecnología”

Sobre las barreras y los obstáculos a lo largo de tu carrera, ¿con cuáles te has encontrado?

Cada una percibe los obstáculos en momentos diferentes de nuestra vida. Aquellas mujeres que afirman no haber sufrido ninguna dificultad yo creo que sí que lo han sufrido, pero lo tenemos tan integrado que no nos damos cuenta.

Mi casa era patriarcado total y eso me hizo convertirme en activista desde muy joven. He presenciado charlas donde el conferenciante dice que se le puede interrumpir para preguntar, intervienen hombres y no pasa nada, pero al hablar yo un señor me dice que me calle y me espere al final. También en una asignatura de la universidad el profesor nos ridiculizó a una compañera y a mí diciendo que eso no era para chicas por cometer un simple error.

¿Qué opinó tu entorno cuando supo que querías dedicarte a un sector que normalmente ha sido considerado para hombres?

Mi entorno ya me conocía. En el mundo profesional me sentí un poco sola, ya que si había mujeres estaban en otros departamentos.

¿Cómo crees que puede influir la inclusión y mención de mujeres STEM como referentes para las estudiantes?

Es fundamental. Por ejemplo, el trabajo que está haciendo Nuria Salán me encanta. El programa que tiene en Fibracat TV, L’Enginyer Invisible, presenta a inventoras donde explica sus historias y sus proyectos. El problema no es la falta de referentes sino la falta de visibilidad. En muchos casos los maridos se habían atribuido los inventos o les habían robado la patente. Está el caso de Rosalind Franklin, donde dos hombres recibieron un nobel por unos avances que hizo ella sobre el genoma.

De cara al futuro, ¿Cuál crees que será la presencia de las mujeres en carreras STEM?

Espero que mejore. La UPC lleva años trabajando en proyectos para atraer a más mujeres y han conseguido incrementar los números. Sin embargo, en informática y otras áreas la cosa no está mejorando; hay que empezar a hacer las cosas diferentes para conseguir resultados distintos. El futuro profesional va a ir muy relacionado con la tecnología y la informática y, si las mujeres se van quedando apartadas, sus salarios se van a ver muy precarizados y la brecha salarial se va a acentuar.

 ¿Qué consejo le darías a las mujeres que se inician o quieren iniciarse en el sector STEM?

Que no es tan difícil, es como jugar. Es un juego con reglas diferentes, pero que se acaba aprendiendo. Cuando yo programaba lo veía como algo divertido y adictivo. Aquellas mujeres que hayan realizado una carrera en áreas humanísticas y sociales pueden completar su perfil con bootcamps tecnológicos donde les van a enseñar a programar, Big Data. También hace falta esa capa de tecnología en aquellas profesiones que tradicionalmente no relacionamos con tecnología. Al final necesitamos datos y análisis de estos en todas las áreas.