La diversidad es algo muy importante a tener en cuenta en todos los sectores y ámbitos laborales de nuestra sociedad. Es cierto que cuando hablamos de diversidad, lo más normal es que pensemos en la diversidad de género o de raza. Sin embargo, la edad es otro aspecto fundamental para conseguir equipos de trabajo diverso, aunque tendamos a olvidarnos de este factor.  

La diversidad generacional consiste en la convivencia de distintas generaciones de trabajadores en una misma empresa. El hecho de tener equipos formados por distintas generaciones (desde los baby boomers hasta los milenials) comporta muchos beneficios a la empresa.  

La diversidad generacional, otra fuente de beneficios

Uno de estos beneficios, por ejemplo, una mayor innovación en la resolución de problemas, puesto que cada generación puede aportar su punto de vista o perspectiva, sus experiencias vitales o ideas. Una generación puede enseñar a la otra, y viceversa. Otro beneficio es que, al tener un equipo generacionalmente diverso, el público externo e interno al que se dirige la empresa se expande. Los públicos externos e internos verán que la empresa no se dirige a un público en concreto, sino que tiene en cuenta las necesidades de todas las edades.  

No obstante, el requisito de la diversidad generacional no siempre se tiene en cuenta a la hora de contratar trabajadores o formar equipos, discriminando a los candidatos más mayores precisamente por su edad, y prefiriendo a los jóvenes, que se perciben como más productivos, formados y resolutivos, así como más especializados. 

“La población de los países avanzados está cada vez más envejecida”

Pero no hay tantas personas jóvenes como creemos. Es un hecho generalizado que la población de las zonas más desarrolladas (Europa o América del Norte, por ejemplo) se encuentra envejecida, con menos nacimientos y mayor longevidad. Solo en España, el número de nacimientos durante el primer semestre de 2019 se redujo en un 6,4%, y el número de defunciones disminuyó un 5,4%, El crecimiento vegetativo español, en este caso, presenta un saldo de población negativo de 45.400 personas en los primeros seis meses de 2019. 

Aunque en España los trabajadores séniors han aumentado ligeramente, la media sigue siendo inferior a la de otros países avanzados, y las empresas siguen sin tener planes y/o estrategias definidas para los mayores.  

¿Qué perfil presentan los trabajadores séniors? 

El Centro para la Diversidad IE elaboró un informe en el que se detallan las realidades que viven y los retos a los que se enfrentan los trabajadores mayores de 55 años en España. 

El estudio destaca la repartición desigual de la presencia de trabajadores mayores según el sector al que pertenecen, siendo mucho más importante el sector público, la agricultura, la educación y otros sectores.  

No obstante, la tasa de empleo es muy baja, debido a las jubilaciones anticipadas, trabajo irregular, pocas fórmulas legales… De hecho, solo el 17,3% del total de empleados de las empresas encuestadas son mayores de 55 años.  

El 77,6% de los séniors desempeñan las mismas tareas que ya tenían antes de cumplir los 55 años, y casi un 86% trabaja a jornada completa.  

Por lo que a la formación respecta, el 42,3% de ellos tiene estudios universitarios, y un 11% cuenta con estudios de postgrado. Los puestos que suelen ocupar los mayores son los de operario (24,14%), técnicos (21,63%) y altos cargos (8%). En todas las categorías, predominan los hombres por encima de las mujeres, con un 62,17% y un 37,83%, respectivamente.  Las mujeres, que tienden a ocupar la mayoría de los puestos administrativos, se ven doblemente discriminadas: por razones de género y, además, por razones de edad.  

¿Cómo se pueden mejorar las condiciones laborales de los séniors? 

Los trabajadores mayores de 55 años son, según el estudio, trabajadores experimentados, con una manera de trabajar y de hacer muy sólida y formada, trabajadores y buenos a la hora de cooperar y trabajar en equipo. La debilidad que presentan, la obsolescencia, es corregible a través de la formación, aunque normalmente las empresas prefieren prescindir de estos trabajadores por motivos económicos.  

Un 90% de las empresas encuestadas para el estudio de IE carecen de estrategias y/o planes adaptados a los trabajadores sénior; solo 1 de cada 3 empresas organiza equipos con diversidad generacional, aunque estos se perciban como positivos y muy positivos (con un 50 y un 37,5%) según los participantes en el estudio. La mayoría de las iniciativas desarrolladas son “muy concretas y aisladas, y pocas de ellas afrontan esta gestión desde una visión holística”.  

Algunas medidas detalladas en el informe, y que las empresas pueden implementar para hacer una mejor gestión de los trabajadores mayores son las siguientes:  

• Medidas y acciones tanto de cuidado de la salud como preventivas, para garantizar el bienestar físico y psicológico de sus trabajadores 
• Iniciativas para adaptar el entorno laboral a las condiciones físicas 
• Acciones dirigidas a lograr el crecimiento profesional de las personas mayores, evitando así la obsolescencia 
• Nuevas modalidades de trabajo flexible y compatible con la jubilación, o acciones que faciliten la transición a esta 

El futuro es incierto, pero es seguro que presentará un panorama muy diferente de lo que tenemos concebido, en lo que a las jubilaciones y pensiones respecta. La vida laboral se alargará cada vez más, porque viviremos más años. Aunque los trabajos no son tan duros como antaño, el cuerpo cambia y tiene necesidades nuevas o diferentes a las de los jóvenes. 

Europa, por ser el continente donde existe una mayor tasa de población envejecida, está llamada a liderar esta gestión de equipos de trabajo con una alta diversidad intergeneracional, por eso debe implementar medidas que mejoren las condiciones laborales de los mayores.