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“El STEM Women Congress pretende ser un punto de unión entre todas las iniciativas STEM en el ámbito femenino”

Eva Díaz. Periodista y CEO

Eva Díaz tiene 20 años de experiencia en el mundo del marketing y la comunicación, gestión de equipos, relaciones institucionales, en la organización de eventos y relaciones públicas, así como en el diseño de planes y estrategias de comunicación. A lo largo de su carrera, ha desarrollado e implementado páginas web y planes de redes sociales para las empresas con las que ha trabajado. 

Empezó como periodista freelance en y a lo largo de los años ha trabajado como Directora de Comunicación del grupo Enginyers Industrials de Catalunya, del Instituto Catalán de Tecnología y de ISEE. Actualmente, es CEO y fundadora de la agencia de comunicación Cooking Communication, en Sant Cugat del Vallès.  

Empezaste en el sector de la comunicación especializada en tecnología e ingeniería hace más de 20 años, ¿cómo crees que ha evolucionado en estos años? 

 Para empezar, el uso de Internet y el teléfono móvil han sido revolucionarios en cualquier entorno de trabajo. Ahora ya no hace falta pasar notas de prensa una a una a través de fax y con carátula personalizada…  

Si nos centramos en los sectores industriales y tecnológicos, está claro que están sufriendo una revolución a nivel comunicativo. Los sectores B2C (Business-to-Consumer) son siempre los primeros en acercarse a la comunicación, ya que es un elemento que necesitan aún más para generar demanda. En cambio, la industria y la tecnología son, en su amplia mayoría, sectores dedicados al B2B (Business-to-Business), lo que provoca que la comunicación se perciba como lejana, e incluso como innecesaria, ya que no entienden para qué sirve exactamente invertir en comunicación.  

Lo que está claro es que el marketing y la comunicación han llegado para quedarse en los sectores STEM. Las redes sociales han ayudado especialmente a acercarlos a la sociedad. Y esto es imprescindible, porque como siempre decimos en mi agencia, Cooking Communication: “lo que no se ve, se vuelve invisible”.  

¿A nivel social, cómo se ha percibido esta evolución?  

Creo que se ha percibido poco. Las estadísticas continúan indicando que la ingeniería y la tecnología y sus profesiones derivadas aún son poco conocidas. La gente sabe qué hace un médico, pero aún desconoce a qué se dedica un ingeniero o una ingeniera. Es verdad que las nuevas generaciones de mandos ejecutivos, formados en escuelas de negocios, que viajan y que aprenden de otros modelos y otros países, conocen ya el valor de la comunicación y el activo que supone disponer de una buena marca personal y de sus negocios. Pero es verdad que, si nos centramos a nivel social, tenemos muchísimo campo por recorrer y un mar de oportunidades para las personas que nos dedicamos a la comunicación y el marketing en estos sectores.  

¿Por qué decidiste enfocar tu carrera profesional hacia el mundo de la comunicación en el sector tecnológico? 
Durante 16 años estuve al frente de la comunicación de la Asociación y el Colegio de Ingenieros Industriales de Cataluña. Nací allí como profesional de la comunicación corporativa. Tuve grandes maestros, especialmente mi primera jefa, a quién le debo la ética y el buen savoir faire de los grandes profesionales. Considero a esta institución mi casa, mi familia profesional, donde he podido desarrollarme como profesional y aprender, equivocarme y crecer, y a quién siempre estaré agradecida. Durante estos años, por “ósmosis” la ingeniería y la tecnología se unieron a mi ADN. Me apasionan los temas que de ella se derivan: energía, movilidad, infraestructuras, técnica, automatización, robótica, ciencia, investigación…  

Cuando en 2014 decidí emprender y crear Cooking Communication, con Cris Reche, tenía claro que quería dedicarme a lo que me apasionaba y así lo hice: la comunicación y el ámbito STEM.  

“El SWC ha generado cuatro herramientas: un dashboard con todas las iniciativas, un directorio de mujeres STEM, una app STEM Women y un periódico” 

¿Es difícil ser mujer ejecutiva? Explícanos cómo concilias la vida familiar con la profesional. 
Esta es una pregunta que nunca le hacen a un hombre. Y eso me genera un coraje increíble. Por suerte, tengo un compañero de viaje, mi marido, con quien hacemos un gran equipo desde hace más de 22 años. Los dos somos emprendedores y los dos conciliamos en equipo. Nos apoyamos y nos ayudamos. La flexibilidad de ser tu propio jefe y poder organizar tus propios horarios, por supuesto, es un elemento clave de cara a nuestra conciliación familiar.  

¿Cómo surgió la idea de crear STEM Stars y STEM Women Congress 

Por mi trayectoria profesional, estoy en contacto directo con muchas instituciones del ámbito STEM que están impulsando algunas iniciativas en este sentido.  

Hace casi 3 años, leyendo un artículo de una revista americana, descubrí que a las carreras técnicas las llamaban STEM y me pareció increíble que alguien hubiera agrupado en estas siglas todo aquello que a mí me apasionaba… Comenté con mi socia esta noticia y recuerdo decirle “tenemos que hacer algo”.  

Al comentarle la idea a una amiga ingeniera me dijo: “¿y por qué no lo montas tú?”. Volví al despacho y lancé la idea a nuestro equipo. Después buscamos a los partnerpara llevar a cabo el proyecto. Como era lógico, necesitábamos una marca que encajara en el ecosistema institucional, que transmitiera credibilidad, y así creamos STEM Stars. El dominio estaba libre y decidimos que así llamaríamos al impulsor de nuestras iniciativas STEM. Después trabajamos el nombre de la marca del Congreso y, pese a que parecía que STEM Women Congress debería de existir, la sorpresa fue que el dominio estaba libre. Así nació la marca de nuestro congreso.  

Explícanos más sobre este proyecto. 

El STEM Women Congress pretende ser un punto de unión entre todas las iniciativas STEM en el ámbito femenino y ha acabado constituyéndose como la plataforma clave en ese sentido. Esto lo hemos conseguido gracias a la complicidad y el apoyo de todas las instituciones e iniciativas des del primer minuto en que contactamos.  

El SWC ha generado cuatro herramientas que serán muy útiles para el ecosistema STEM Women. En primer lugar, un dashboard dónde se han monitorizado todas las iniciativas, con una ficha individualizada, datos de contacto e impacto… También hay un directorio de mujeres STEM, organizadas por carrera de origen, área de experticia, idiomas que habla, breve descripción de la trayectoria profesional e incluso entrevistas personalizadas. Otra herramienta es una app STEM Women que permite crear una auténtica red de mujeres STEM antes, durante y después del congreso para generar sinergias. Por último, hay un periódico STEM Women donde se recogerán noticias, eventos y entrevistas de este ámbito.  

Todos estos proyectos serán presentados el próximo 15 de noviembre en el espacio BITAL de Hospitalet de Llobregat, donde se compararán los datos de matriculaciones STEM, habrá una clasificación propia que nos ha ayudado a elaborar la AQU de las carreras STEM, con la monitorización de iniciativas que nos ha ayudado a recoger CTecno, para así detectar gaps, nuevas oportunidades y poder marcar objetivos ambiciosos de actuación que podamos comparar anualmente.  

Además, los datos siempre se podrán consultar en tiempo real en nuestra web www.stemwomen.eu. Nuestra ambición es llevar esta iniciativa a distintas ciudades de otros países y poder crear una auténtica red de STEM Women en Europa.  

“A un hombre nunca le preguntan cómo concilia su vida familiar con la profesional” 

¿A qué crees que se debe la falta de mujeres STEM?  

Creo que uno de los factores principales es el desconocimiento por parte de las niñas, chicas y mujeres de la oferta de carreras STEM que hay en el mercado, así como de sus ratios salariales y de ocupabilidad. A según qué edades, muchas estudiantes están indecisas porque no saben qué estudiar y suelen buscar referentes de su entorno, especialmente mujeres. Y esto es la pescadilla que se muerde la cola, porque, si no hay mujeres referentes conocidas, las nuevas generaciones piensan que no existen o que es algo inusual.  

Por ello es muy importante que expongamos a las niñas y a las chicas a los conocimientos, los sectores y las salidas profesionales de los ámbitos STEM. La brecha salarial entre hombres y mujeres, aunque existe, es mucho menor en la ingeniería que en las carreras humanitarias o sociales. Por eso es importante dar a conocer a los padres y madres, pero especialmente a las hijas, las carreras STEM, así como las mujeres referentes en estas áreas.  

¿Piensas que las niñas o adolescentes eligen sus carreras profesionales influenciadas por los estereotipos de género existentes en la sociedad? 
Hoy en día con las redes sociales y los contenidos digitales es muchísimo más fácil que a una niña le lleguen informaciones sobre los sectores STEM o la alta ocupabilidad de estas carreras. Pero si no tienen referentes de mujeres a su alrededor que hayan estudiado estas carreras, a menudo se perciben como carreras muy difíciles, mayoritariamente masculinas y, por lo tanto, como “no femeninas”. Así que el trabajo es nuestro, tenemos que educar a las chicas y a las familias de que no hay carreras femeninas ni masculinas.  

Durante tu trayectoria en el mundo de la ingeniería, un sector hasta hace poco muy masculino, ¿te has encontrado con algún obstáculo por el simple hecho de ser mujer? 
Personalmente creo que en el ámbito de la ingeniería no me he encontrado en ninguna situación que no se haya encontrado una mujer en cualquier otro sector productivo. Siempre me he sentido respetada y valorada. Como todas, en el camino te encuentras piedras, y sí, alguna vez me he topado con algún hombre misógino, pero por suerte puedo contar con los dedos de una mano esas ocasiones.  

Creo, y con los años lo entiendo mejor, que en mi caso la edad ha sido a menudo el mayor escollo que he tenido que superar. Empecé muy joven a trabajar, un año antes incluso de acabar la carrera, y eso generó que llegara a puestos de responsabilidad a una temprana edad.  

Sólo recuerdo que una vez, en una entrevista de trabajo de una gran corporación, con la misma experiencia y trayectoria, mi superior, que era una mujer, decidió escoger a un chico porque “en unos años querrás tener hijos, si quieres te puedes incorporar al equipo con el mismo sueldo que te prometí, pero el adjunto será él”.  

Ahí fue cuando descubrí que no me discriminaban por ser mujer, sino que para mí el auténtico techo de cristal era la potencial posibilidad de que yo decidiera ser madre. Y lo curioso fue que esa decisión la tomó otra mujer.  

¿Qué consejos darías a las mujeres que quieran iniciarse en el sector después de tus más de 20 años de experiencia y trayectoria profesional? 
A mí me apasiona la comunicación, pero, si soy honesta, tengo muy claro que prefiero aconsejar a mi hija que estudie una carrera STEM que una carrera social o humanística. ¿Por qué? Porque una carrera STEM tiene una rapidísima ratio de inserción laboral, mayor ocupabilidad, muchas más posibilidades de crecer y desarrollarse, menor brecha salarial respecto a los compañeros hombres, y mejores sueldos.  

Si eso no fuera suficiente, le diría que estudie una carrera social, que se forme constantemente, que aprenda de los mejores, que viaje, lea… Y, sobre todo, que se especialice en alguna área STEM porque van a ser las que más crezcan en el futuro y se van a necesitar profesionales de la comunicación para “traducir” sus procesos y sus objetivos a un lenguaje que llegue a los consumidores finales o a los potenciales compradores industriales. Sin comunicación ellos son invisibles, por lo tanto, necesitan a expertos en este aspecto.  

“Descubrí que no me discriminaban por ser mujer, sino por la posibilidad de que yo decidiera ser madre” 

¿Qué proyectos de futuro tienes entre manos?  

Por ahora, dedicarme a mi agencia, Cooking Communication. Principalmente, hacer crecer el negocio y encontrar nuevas oportunidades, además de dar continuidad al STEM Women Congress y poder exportar este formato a otras ciudades del mundo. 

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