El tema de la segregación por género en los juguetes para niños y niñas no es algo nuevo, al contrario. En los últimos años es un asunto que está en la orden del día. Y es cuando parece que somos una sociedad moderna y con unos valores que han trascendido las ideas arcaicas de los roles de género, que llega la Navidad un año más para recordarnos que no, que aún no estamos allí.
Una vez más, televisores y catálogos pondrán en evidencia la dicotomía de los estereotipos entre ambos géneros. Una vez más ellas se verán representadas por el color rosa y sus mensajes serán dulces y banales. En el caso de ellos, será el color azul el que los simbolice y, sus mensajes, adoptaran un tono retador, adulto y responsable. Evidentemente, las diferencias seguirán por lo que hace a las funciones que desempeñan con estos juguetes. Mientras a ellas se las relacionará con profesiones de estética y cuidados, a ellos se los vinculará con actividades de riesgo y aventura.
Si bien es cierto que esta tendencia se ha relajado en los últimos años, un informe realizado por el Instituto de las Mujeres (2020) pone de manifiesto que este sexismo sigue muy presente en la publicidad de juguetes mediante la segmentación del mercado según su género. Y aún habrá quien se sorprenda y se pregunte el por qué del bajo porcentaje de mujeres que estudian carreras científico-tecnológicas que, a fecha de 2019, se situaba en el 35%.
¿Qué es el Dream Gap?
El “Dream Gap” (o “brecha de los sueños”) no es nada nuevo, solo es un concepto que le da nombre a algo que ya conocemos: el hecho de que existen barreras que niegan o impiden a las niñas que logren sus sueños y realicen todo su potencial. Barreras que son representadas en forma de estereotipos y normas de género.
Podemos decir que el “Dream Gap” es una consecuencia directa de la segregación de género en los juguetes infantiles y, curiosamente, una de las muñecas tradicionalmente más polémicas por cuestiones de estereotipos, es ahora quien está detrás de un proyecto que lucha por romper con esta brecha, fomentando la igualdad de oportunidades entre géneros.
Barbie y el Dream Gap Project
Sí, estamos hablando de Barbie. Pese a su largo historial de críticas por razones obvias de estereotipos de género, se ha reinventado con una iniciativa global. El Dream Gap Project busca crear conciencia sobre los factores del “Dream Gap”, factores que impiden que las niñas alcancen su máximo potencial.
La iniciativa ha puesto en marcha una serie de investigaciones, a partir de las cuales se ha puesto de manifiesto que “los niños aprenden a una edad muy temprana estereotipos culturales que sugieren que las mujeres no son tan inteligentes como los hombres”. Unos estereotipos arraigados en la sociedad, que son perpetuados por los adultos y los medios de comunicación. Unos estereotipos que afectan directamente en la trayectoria de las niñas y sus intereses para desarrollarse en sus futuras carreras profesionales.
“Es tres veces menos probable que a una niña se le regale un juguete relacionado con la ciencia que a un niño”
“Existe el doble de posibilidades de que los padres busquen en Google la pregunta “¿Tiene talento mi hijo?” que la pregunta “¿Tiene talento mi hija?”.
“A medida que las niñas se hacen mayores, pierden confianza en sus capacidades, lo que no ocurre en los niños”.
Estas afirmaciones extraídas de una serie de estudios promovidos por universidades norteamericanas ponen de manifiesto, una vez más, las desigualdades de género des de edades muy tempranas. Desigualdades que ponen en evidencia que sí, la brecha existe y aún hay mucho trabajo por hacer.
Un reto global
Para conseguir cambios en la sociedad es imprescindible trabajar codo con codo con todos los agentes implicados. Teniendo en cuenta la índole del asunto, el sector juguetero tiene un papel clave en este proceso. El diseño de juguetes que reflejen la sociedad, abandonando arquetipos y estereotipos sexistas, la apuesta por la comercialización de juguetes mixtos o neutros o el equilibrio entre las representaciones profesionales son algunos de los factores claves para acabar con el “Dream Gap”.
Por otro lado, los estereotipos de género en los juguetes son fomentados, en gran parte, por su metodología comunicativa. En este sentido, es imprescindible que las agencias de comunicación contribuyan al desarrollo de mensajes libres de desigualdades. ¿Cómo? Equilibrando el uso de las voces en off entre géneros, igualando ritmos y melodías, diversificando emplazamientos o eliminando gestos, poses y actitudes sexistas.
Por último, uno de los pilares más importantes para conseguir cambios en la sociedad, recae en la educación, tanto en las escuelas como en casa. Mostrar referentes femeninos a lo largo de la carrera educativa de las niñas, contribuye a su motivación. Realizar actividades que fomenten la confianza en ellas mismas, promueve sus habilidades para desarrollarse exitosamente. Apoyar sus sueños, animándolas a desenvolverse en el campo que más les motive, tendrá como consecuencia niñas motivadas y dispuestas a luchar por lo que quieran ser.