Susanna Carmona. Directora General de La Mútua dels Enginyers
Susanna Carmona es licenciada en Física Electrónica, Electricidad e Industrial el año 1994 por la Universidad de Barcelona, y tiene un máster en Dirección de Entidades Financieras y Aseguradoras y un máster en Tributación y Asesoría Fiscal. Es una apasionada del conocimiento y cree que la manera en que se formó la ha ayudado a superar los retos de manera más creativa y analítica.
En 2017 llegó a ser la Directora General del Grupo Mútua dels Enginyers, después de 16 años trabajando al servicio de la entidad.
A continuación, nos cuenta cómo vive su paso por el mundo empresarial y su experiencia como mujer en el sector STEM.
¿Cuál crees que ha sido la evolución del sector STEM en los últimos años?
Sin ninguna duda, es el que ha tenido una evolución más exponencial. No es de extrañar, pues el avance tecnológico permite avanzar más y más deprisa, entrando en una espiral de aceleración que facilita el conocimiento, la experiencia, la comprobación… Han sido mecanismos como la precisión de los instrumentos, la facilidad del cálculo y la experiencia de los años los que han permitido esta evolución.
¿Desde la sociedad también se ha percibido así?
Aunque la sociedad suele tener diferentes velocidades, siempre hay esa parte de genialidad que nos lleva años de adelanto, que tiene capacidad de ver lo que otros no vemos. En el otro extremo, y no creo que sea una cuestión de edades, se encuentran los reacios al cambio y los desconfiados. Aun así, en general, tenemos la capacidad de apreciar esa evolución, sobre todo cuando se empieza a generalizar a través de elementos cotidianos. Pensemos en el smartphone… Somos incapaces de despegarnos de él. Para los científicos, informáticos o ingenieros ocurre lo mismo con sus herramientas de trabajo, sencillamente hacen de la eficiencia una necesidad y los resultados acaban trasladándose a la sociedad en general y lo acaban percibiendo, aunque sea un poco más tarde. También la información fluye más fácilmente y permite conocer cosas a las que antes solo tenías acceso si mostrabas interés.
“Hay que pensar mejor en cómo no cortar la creatividad de las más jóvenes. A veces dirigimos en lugar de inspirar”
Es evidente que hay una gran diferencia entre el número de mujeres y hombres ejecutivos, ¿a qué crees que se debe?
Sin duda esta es una asignatura pendiente. Pienso que la explicación más plausible, en un principio y para las grandes compañías, es que la mujer se incorporó más tarde al trabajo, ya que normalmente se alcanzan puestos de responsabilidad con el tiempo, formación, experiencia y habiendo demostrado resultados. Quizá no ha habido el mismo volumen de mujeres que de hombres para optar a esos puestos, dado ese histórico. Pero ahora esto está cambiando; ya hace años que nos incorporamos al mercado laboral y las mujeres jóvenes con talento son muchas. Además, están bajando las edades para alcanzar puestos relevantes y de responsabilidad, así que no hay excusa: poco a poco vamos equiparándonos con ellos. Pero debemos querer hacerlo. En mi empresa he tenido casos de mujeres con mucho recorrido que no han aceptado un puesto de mayor responsabilidad; sin embargo, mujeres más jóvenes no lo han dudado. En algunos casos puede faltarnos confianza y seguridad, por eso es importante no ponernos nosotras mismas los límites.
¿Cuál es una buena manera de incentivar a las niñas y mujeres para que se interesen por estudios STEM?
Es fundamental la educación y tener el profesorado correcto, que te motive y te inspire; alguien en quien te guste pensar como ejemplo. Mi sobrina de 10 años, por ejemplo, se fija mucho en la persona que imparte la clase, si lo hace bien, si tiene empatía, si sabe escuchar… No tengo ninguna duda que, si se hace más atractivo desde un inicio, seremos más. Si lo normalizamos y ponemos más ejemplos de éxito, lograremos que sientan que ellas también pueden conseguirlo.
Por otro lado, hay que pensar mejor en cómo no cortar la creatividad de las más jóvenes, por ejemplo, en el arte y las ciencias. A veces dirigimos más que inspiramos y eso es un problema. Se puede trabajar en las escuelas con roles femeninos o con ejemplos que complementen las clases: madres ingenieras, científicas o familiares que puedan explicar su experiencia en sus trabajos.
En algunos ámbitos, conceptos como el techo de cristal o la brecha salarial son muy evidentes, ¿crees que en el sector empresarial también es así?
Pienso que todavía sí. Seguramente llevamos una mochila de varios años en los que era más generalizado, y quizá todavía hoy alguna empresa practique esa discriminación. Puede llevar un tiempo la equiparación y puede ayudar la política de igualdad y los criterios ASG (ambientales, sociales y de buen gobierno), que se están imponiendo en el mundo industrializado. Sin duda esta discriminación es una barbaridad que tiene que terminar. No tiene ningún sentido. Se han de valorar las capacidades y conocimientos de la persona, no su género.
“Es fundamental no ponernos nosotras mismas los límites”
¿Qué otras desigualdades o discriminaciones piensas que están presentes en el sector?
Creo que algunas empresas reservan trabajos de asistencia complementarios al género femenino, la imagen de la trabajadora o su simpatía. También es una forma de discriminación, o al menos yo así lo veo. Aquí también es importante que se sepa diferenciar entre echar una mano (cómo cualquier persona o voluntario) y la discriminación.
¿Cómo crees que afecta la brecha de género en el desarrollo tecnológico?
Pienso que nos perdemos ese punto de vista femenino de las cosas y, sin él, el desarrollo no puede ser completo.
¿Qué obstáculos has tenido que superar para llegar dónde estás en tu carrera?
Creo que el obstáculo más importante, al menos en mi caso, fui yo misma. ¡Debemos creernos capaces de hacerlo y hacerlo bien! Es fundamental no ponernos nosotras mismas los límites.
Asumir riesgos ha de ser algo natural y debemos incorporarlo en nuestras decisiones para avanzar. Si algo he aprendido es que nadie te puede limitar, siempre debes tener el control, pero tienes que creer en ti y afrontar los retos y los riesgos que conlleva. Y si decides no aceptar el reto después de meditarlo y valorarlo, debe ser también tu decisión.
¿Cómo concilias la vida familiar con tu trabajo?
La verdad es que no es fácil. Es un tema complicado, dedico muchas horas al trabajo, pero tengo la suerte de desconectar fácilmente y eso me regenera. Además, suelo aprovechar las vacaciones para desconectar en todos los sentidos. Pero no es un tema que pueda decir que tenga resuelto.
¿Qué consejo darías a las mujeres que se inician en el sector?
Que disfruten del conocimiento. Para mí no hay nada más enriquecedor que saber y entender el porqué de las cosas. Esa visión te permite ser analítica, pragmática y alcanzar soluciones para los problemas, sean o no tecnológicos. Por otro lado, les diría que no se pusieran límites, que se conocieran para saber hasta dónde pueden y quieren llegar, ¡salir de la zona de confort!
“Mi objetivo es hacer del Grupo de la Mútua dels Enginyers una entidad aseguradora referente en el sector STEM”
¿Qué proyectos tienes entre manos?
Hacer del Grupo de La Mútua dels Enginyers una entidad aseguradora referente en el sector STEM y dar un giro tecnológico incorporando la innovación. Ser más eficientes y facilitar al máximo los trámites y gestiones de nuestros y nuestras mutualistas y clientes. Entender realmente sus necesidades, como personas, profesionales y empresarios/as, y darles soluciones objetivas y éticas.
En La Mútua dels Enginyers, la mayoría de los altos cargos están ocupados por hombres, ¿cómo se puede empoderar una mujer en esa situación?
No poniéndote barreras tú misma. Respetando las opiniones de los demás y poniendo el foco en la estrategia de la compañía, aunque ello implique cambios de responsabilidades. Si sabes lo que haces no te tiene que ser difícil explicarlo y convencer al equipo para que acabe integrándose. La verdad es que no he tenido problemas con ello hasta ahora. Nunca pienso que por ser mujer lo tengo más difícil, sencillamente actúo de acuerdo con lo que pienso que es mejor en cada caso.
¿Qué acciones de responsabilidad social corporativa se llevan a cabo en La Mútua dels Enginyers para reducir la brecha de género?
La verdad es que trabajamos más mujeres que hombres en el Grupo y según categorías profesionales, el salario no tiene brecha significativa. Aun así, en los puestos de responsabilidad no cuento con ese factor femenino. Espero trabajar este tema en el futuro inmediato y, de hecho, está incorporado en la agenda estratégica de los próximos años.