Carmen Teresa Tudanca ejerce como Program manager en ASTI Talent & Tech Foundation y forma parte del equipo STEM Talent Girl como Coordinadora de Programas ASTI Talent and Technology Foundation. Un proyecto dirigido por un equipo de profesionales responsables del diseño, el despliegue y evaluación de los programas educativos, la gestión de alianzas, la visión estratégica, el marketing y la comunicación y las políticas de fundraising. 

Las chicas representan sólo el 35% del alumnado matriculado en los estudios de las áreas relacionadas con STEM. ¿Qué es lo que está fallando? 

Hay muchas cosas que podrían estar fallando. Por un lado, las jóvenes que no tengan a su alrededor un referente en las STEM, no están percibiendo todas las oportunidades que se generan en torno a estas disciplinas, especialmente de cara a las profesiones del futuro.  La sociedad en general percibe estos estudios como especialmente complejos y no dejan claro en que se traducen en términos de trabajo. ¿Para qué esforzarse tanto, si no sé para lo que me va a servir? De igual manera y aunque hay muchos profesionales en la ciencia y la tecnología, apenas tienen visibilidad y desconocemos el trabajo que realizan, aunque en muchas ocasiones vayan a contribuir a transformar nuestro día a día. 

Todas estas razones son de aplicación tanto a chicos como a chicas, aunque en el caso femenino se agrava ante la falta de referentes femeninos en estos campos que parecen copados por los hombres. 

¿Crees que las actividades extraescolares podrían interferir en propiciar este cambio hacia la igualdad? 

No veo porque las actividades extraescolares pueden interferir en un cambio hacia la igualdad. No hay extraescolares de chicos o extraescolares de chicas. Creo que el objetivo de la sociedad debería estar más en reflejar que las actividades extraescolares están dirigidas a todos por igual e intentar fomentar el atractivo por las STEM sin ningún tipo de diferenciación de género. 

“Más que verlo como un obstáculo, lo veo como pequeños retos de los que hay que aprender.“

¿Has tenido que superar algún obstáculo para llegar dónde estás en tu carrera? ¿Cuál? 

Como todo en la vida, cualquier logro va parejo a la superación de obstáculos. ¿Obstáculos? Muchos, desde una formación internacional con las dificultades propias a las diferencias culturales, la obtención de becas que ayudasen a sufragar esta formación o las propias de los entornos laborales. Diferencias de criterio, caracteres diversos con el equipo, falta de reconocimiento… Más que verlo como un obstáculo, lo veo como pequeños retos de los que hay que aprender.  Si te refieres a obstáculos por diferencia de género, quiero creer que nunca los he vivido. 

Cuando dijiste a tu entorno que querías dedicarte a un sector que normalmente siempre ha sido de hombre, ¿cómo reaccionaron? 

He tenido la suerte de que en mi entorno nadie nunca me ha dicho que eso no podía hacerlo, o que no estaba en el lugar correcto por ser mujer. De hecho, creo que dado mi carácter inconformista, si esto hubiese pasado no sería más que otra razón para reafirmar mi posición. Mi entorno percibió mi dedicación al sector tecnológico como un trabajo vinculado al futuro y no a un sector masculinizado. 

¿Qué peso crees que tiene la inclusión y mención de mujeres STEM referentes para las estudiantes? 

Creo que el peso de referentes femeninos es muy importante para las jóvenes. Tal y como nos han contado la historia, parece que las mujeres no han contribuido en nada en la evolución de la humanidad, más allá de casos muy concretos. Y nada más alejado de la realidad, en mayor o menor medida las mujeres están presentes en múltiples desarrollos y han sido las precursoras de grandes revoluciones tecnológicas. El hecho de reconocer toda esta labor, no es más que dar visibilidad a todas estas mujeres que por su género han quedado relegadas al olvido. Dar visibilidad a unas mujeres en las que poder reflejarse. 

“Es necesario que el número de estudiantes en estas disciplinas aumente y es preciso que el porcentaje de mujeres se iguale al de hombres, porque al final los equipos formados por hombres y mujeres son los que obtienen mejores resultados.“

¿Cuál crees que será la tendencia en un futuro en relación a la mujer en las carreras STEM? 

No sé si es lo que va a pasar, pero lo que sí deseo es que en un futuro no muy lejano alcancemos la paridad en el número de estudiantes STEM. La demanda de empleo con formación en tecnología va a continuar creciendo, así como los puestos sin cubrir. Es necesario que el número de estudiantes en estas disciplinas aumente y es preciso que el porcentaje de mujeres se iguale al de hombres. Al final los equipos formados por hombres y mujeres son los que obtienen mejores resultados. 

¿Qué consejo darías a las mujeres que se inician en el sector? 

Simplemente les diría que hiciesen lo que les haga felices. El sector tecnológico te permite poner a trabajar el cerebro en la búsqueda de soluciones. Esos conocimientos se puedan poner a trabajar al servicio de otros muchos sectores. Al servicio del mundo industrial, pero también al servicio de la sanidad, de la agricultura… En este sector lo que no existe es la monotonía.