Las genetistas Emmanuelle Charpientier y Jennifer Doudna fueron galardonadas el pasado 7 de octubre con el Premio Nobel de Química por reescribir el “código de la vida” y “el desarrollo de un método para la edición del genoma”.
La investigación de estas dos científicas las ha llevado a descubrir lo que varios expertos han denominado como una de las herramientas “más afiladas de la tecnología genética”: las tijeras genéticas CRISPR-Cas9. Gracias a este elemento los investigadores pueden cambiar el ADN de animales, plantas y microorganismos con una precisión extremadamente alta.
Emmanuelle Charpientier, nacida en Juvisy-sur-Orge, Francia, es bioquímica y microbióloga con una especialización en virus. Es considerada una de las investigadoras más innovadoras en el ámbito de la terapia genética. Por su parte, Jennifer Doudna nacida en Washington D.C, es doctorada en Química Biológica y Farmacología Molecular en Harvard. A su vez es profesora en la Universidad de California en Berkeley, donde también dirige la División de Bioquímica, Biofísica y Biología Estructural.
Las llamadas ‘tijeras genéticas CRISPR- Cas9’ “han revolucionado las ciencias de la vida molecular, han brindado nuevas oportunidades para el fitomejoramiento, están contribuyendo a terapias innovadoras contra el cáncer y pueden hacer realidad el sueño de curar enfermedades hereditarias“, según la Academia Sueca de Ciencias en Estocolmo.
¿Cómo lo llevaron a cabo?
Las genetistas Charpentier y Doudna se basaron en la investigación del sistema inmunológico de una bacteria Streptococcus y fue a raíz de eso que “descubrieron una herramienta molecular que se puede utilizar para hacer incisiones precisas en el material genético, lo que permite cambiar fácilmente el código de la vida“.
Ambas fueron galardonadas anteriormente 2015 con el Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica 2015 por el desarrollo de “una tecnología que permite editar genomas de manera sencilla y precisa, y manipular el ADN de plantas, animales y humanos”, tal y como destacó entonces la institución española.
Los premios
Todos los premios llevan incluida una dotación económica, que este año aumentó a 10 millones de coronas suecas -un millón más respecto a 2019- (lo que corresponde a 956.876 euros).
El premio de Química es el último en la ronda de los galardones eminentemente científicos entre los Nobel. La totalidad de los premios se entregarán el 10 de diciembre, coincidiendo con el aniversario de la muerte del fundador, Alfred Nobel. Todo se llevará a cabo en actos paralelos en Estocolmo, para los científicos, de literatura y economía, mientras que el de la Paz se celebra en Oslo.