El pasado septiembre, la revista Cell Stem Cell publicó un nuevo estudio en el que se reflejaba la desigualdad de género que viven las mujeres en los ámbitos STEM. El estudio ha analizado datos de más de 500 instituciones alrededor en 38 países distintos, concluyendo que la falta de mujeres en puestos de responsabilidad es uno de los problemas fundamentales de la desigualdad de género en las STEM.  

El estudio demuestra que la representación de las mujeres es alta en lo que a los estudios de grado y posgrado respecta, pero entre los profesores, a medida que augmenta la antigüedad de estos, el número de mujeres disminuye. Así, tan solo un 23,4% de las mujeres son catedráticas, y en casi un tercio de las instituciones, las profesoras son menos de un 10%. En cambio, en los puestos de profesores auxiliares representan un 42%, y en los puestos de profesores, un 34,2%.  

Como puede concluirse desde el estudio, el principal problema no es la falta de contratación de mujeres, sino que no permanecen en estos puestos por falta de motivación, ascensos y demás problemas. Esto provoca que las mujeres STEM cuenten con menos recursos a la hora de llevar a cabo investigaciones importantes, por ejemplo.  

“Para obtener nuevos tratamientos y curas en la medicina, necesitamos plena participación en la ciencia” afirmó Susan L. Salomon, una de las autoras del estudio, para Sinc. “Cuando se impide que las mujeres alcancen su pleno potencial, todo el campo sufre. Necesitamos el 100% de la capacidad intelectual para lograr el mayor impacto y avanzar en investigación lo más rápido posible” añadió para el mismo medio.   

“Necesitamos el 100% de la capacidad intelectual para lograr el mayor impacto y avanzar“

La investigación también muestra que muchas instituciones analizadas han evolucionado en lo que a políticas de igualdad respecta, pero se trata de una evolución muy pequeña y lenta. Si bien es cierto que la mayoría de las instituciones ofrecen mecanismos de apoyo a las mujeres, como permisos retribuidos por estar a cargo de familiares enfermos y/o dependientes o tener hijos, flexibilidad horaria o iniciativas de desarrollo profesional, entre otras, solo el 8% de las instituciones apoyaban la igualdad de género evidenciando unos requisitos mínimos, y un 16% tenían políticas generales que promovían la diversidad. El 77% restante no se manifestó acerca de este asunto.  

“El 77% de las instituciones analizadas no tienen políticas que promuevan la igualdad“

Reshma Jagsi, investigadora y autora del trabajo, declaró para Sinc que “la representación en los comités estratégicos de toma de decisiones es fundamental, bien porque es importante tener una diversidad de puntos de vista dentro de estos grupos, bien porque la participación en estos comités desarrolla habilidades de liderazgo que ayudan a los miembros a avanzar en sus carreras”.